domingo, 20 de diciembre de 2009

Tiempo



Empezo a dolerme la muñeca izquierda, justamente debajo de mi reloj pulsera. Al arrancarme el reloj, salto la sangre: la herdida mostraba la huella de unos dientes muy finos.
















Dias: degustando el sabor de lo cotidiano, lo cotidiano condimentado (seguramente) una serie de secuencias: de gritos, palabras de amor desequilibrantes, enojos prematuros y muchos besos y miradas; hoy hacen llevadera esta estadia.


No mas qe eso -una coca, un helado, un porro, un bombon- llena mucho. Un monton de olores y sensaciones (tendria qe dejar de sentir, obligarme a no sentir) maldigo una y mil veces esos abismales 10 años!












Convenceme! (yo me dejo)

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